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Analogía Psique-Mental

Utiliza Tú imaginación

Soy una estrella. Encuentro entre estrellas, citas interestelares
Consideremos a cada ser como una estrella en el universo. Únicas.
Nuestra verdadera conquista va siempre del interior al exterior, de lo conocido a lo desconocido, es decir, de contacto con otras estrellas, de acercamiento a otras formas de vida.
Existen tantas estrellas y más, como personas sobre la tierra.
Somos parte integrante del cosmos.
Formamos el cuerpo del cosmos.

Mi Estrella. Definición. Creación
Una vez que tengo constancia de mi ser, he buceado e indagado en mi interior, sé de las características de mi estrella, de mi creación particular, de quien soy y como vivo, surge la necesidad de compartirlo, de exteriorizarlo.

El resto de Estrellas. Reconocimiento
Considero a cada una de las personas con las que me relaciono, estrellas en el vasto e infinito universo, hago el viaje de ida y vuelta desde mi lugar en el espacio hasta el del otro con una intención clara, la de engrandecer su mundo y mi mundo.

El encuentro entre Estrellas. Interacción
Sucede a veces en el encuentro que, no queremos perder nuestra individualidad, lo genuino de nuestra estrella y tratamos de convencer a los otros de nuestras verdades en vez de complementarnos en nuestras diferencias. En vez de construir, paralizamos y destruimos nuestras relaciones cósmicas.
El viaje de vuelta es por tanto negativo e infructuoso. ¡Y todo ello con el costoso gasto energético de un billete a la velocidad de la luz! Un derroche de energía bárbaro.
Llegamos a casa con esa sensación de estar solos e incomprendidos en el universo. Es ahí donde finalmente descubrimos que lo más importante es el amor y sus carencias, que quizá ese viaje era solamente un intento de constatación de mi existencia particular, una visita educativa, un intercambio de conocimientos, una invitación a la cena de lo desconocido.
Ni todas las posesiones materiales ni nuestro puesto de poder, ni siquiera el gran saber intelectual, nos libran de la búsqueda y el encuentro con los otros.
Somos estrellas infectadas por la gran epidemia de este siglo: la falta de afecto, encuentro y comunicación bidireccional real. ¡Estamos tan lejos y tan cerca! Tantas estrellas que se rozan, que se divisan pero que apenas llegan a entenderse a conocerse. Estrellas que empiezan a apagarse, que pierden su luz.






Grupos de Estrellas. Reconocimiento
Si añadimos la existencia de galaxias, conjunto de estrellas dirigidos por uno de mayor potencia, me encuentro entonces con estrellas esclavas, subordinadas y dependientes donde mi visita esta avocada al rechazo cuando no al insistente intento de la anulación de mi voluntad en pos de la ley de dicha galaxia. Es imposible en principio un encuentro privado, bidireccional, ya que todo lo que no este en acuerdo con la dirección, esta fuera de la norma. Eres enemigo de la galaxia. Hay muchas galaxias. Hay muchas disputas entre galaxias.

¡Inaudito tratándose de la inmensidad del cosmos, donde hay sitio suficiente, infinito sitio, para cada uno de nosotros! Esa inmensidad es nuestro reflejo más real más evidente.

¿Qué hacer entonces? ¿Cómo seguir brillando? ¿Cómo no convertirnos en agujeros negros? ¿Cómo seguir siendo feliz en el cosmos? ¿Cómo distinguir, seleccionar estrellas afines?

Propuesta de Reflexión:

Es paradójico que nos estemos planteando la conquista del espacio cuando la conquista del espacio esta delante de nuestros ojos, cuando todavía no somos capaces de conquistar pacíficamente a otro ser humano, respetar y enlazar las ideas grupales sin invadir, sin sentirnos amenazados, encontrado en nuestras diferencias un complemento. Más, me pregunto si cada uno de nosotros tiene constancia de su Estrella, es capaz de construirla y de ser su propio dueño.

Que hacer con los que buscan vida en otros planetas, estrellas, cuando todavía no se han dado cuenta de que hay vida en este, más, cuando todavía no se han dado cuenta de que están vivos, de que hay vida a su alrededor.