He constatado con mi experiencia vital, un parámetro que se repite en la mayor parte de la población, la necesidad de saberse escuchado, atendido, apoyado. Necesidad que solo puede suplir el contacto directo con otro ser. Podemos estar rodeados de “muchas personas” y aun así no encontrar respaldo real y afectivo.
Sentir la incomprensión, por tanto soledad y aislamiento social, lleva al individuo a entrar en contradicción con una sociedad donde “parece” que todo está al alcance de nuestras manos, todo menos lo mas esencial, el Amor. Sociedad donde bajo el yugo de una esclavitud invisible al ojo humano vive o sobrevive la aparente libertad de acción y de pensamiento. Bloqueos totalmente servidos a diario.
La mayoría de las relaciones actuales en mi vida, son un encuentro íntimo con el otro, donde prevalece la escucha y el diálogo, donde la comunicación tiene un claro objetivo, apoyar el cambio, analizar los puntos de inflexión, complementar y sobre todo, escuchar sin entrar en juicios la experiencia única que está viviendo la persona: su Vida. Saber ponerse en lugar del otro para ayudarle a conocerse con perspectiva, para ayudarle a crecer y evolucionar. Acto que en una dimensión real es reciproco. En la sociedad actual este acto se da en raras ocasiones.
Todo lo que acontece en nuestro entorno, es el efecto directo de lo que acontece en nuestro interior. El desorden que evidencia el mundo actual, la sociedad, no es más que el fruto de la exteriorización interna. Hemos conseguido ser dueños del exterior pero eso nos ha alejado sobremanera de nuestra verdad más profunda.
Parar, observar, reflexionar y poner orden en el caos, volver a la raíz, al conocimiento profundo de cada una de las diferentes ramas de la sabiduría (ciencia, naturaleza, religión, política, letras, artes, ética, moral...) rescatando así la unión de procedencia de la totalidad de los seres, con el objetivo de evolucionar, de crecer apoyándonos y compartiendo el estudio que, cada uno desde nuestras diferencias e inquietudes particulares aporta para engrandecer la sociedad a nivel global.
Como colofón a la propuesta, creo absolutamente necesario el resurgir de la FILOSOFIA, “amor a la sabiduría”. Considero de importancia vital, recuperar en nuestros días aquella inscripción en el templo de Delfos: “Conócete a ti mismo”.
El Encuentro Psique-Vital es ante todo una invitación a la reflexión en compañía, un brindis al debate, una reunión constructiva entre personas, seres humanos, con el objetivo de encontrar soluciones, salidas, a nuestras dudas en momentos de dificultad.
Es el momento de aunar los Grandes periodos en la Historia de la Evolución Humana. Unir en armonía, el conocimiento Interior, la razón de ser, de estar vivos, el sentir, el pensar, con el conocimiento Exterior, nuestra actual conquista, manipulación y transformación de la materia.
Sentir la incomprensión, por tanto soledad y aislamiento social, lleva al individuo a entrar en contradicción con una sociedad donde “parece” que todo está al alcance de nuestras manos, todo menos lo mas esencial, el Amor. Sociedad donde bajo el yugo de una esclavitud invisible al ojo humano vive o sobrevive la aparente libertad de acción y de pensamiento. Bloqueos totalmente servidos a diario.
La mayoría de las relaciones actuales en mi vida, son un encuentro íntimo con el otro, donde prevalece la escucha y el diálogo, donde la comunicación tiene un claro objetivo, apoyar el cambio, analizar los puntos de inflexión, complementar y sobre todo, escuchar sin entrar en juicios la experiencia única que está viviendo la persona: su Vida. Saber ponerse en lugar del otro para ayudarle a conocerse con perspectiva, para ayudarle a crecer y evolucionar. Acto que en una dimensión real es reciproco. En la sociedad actual este acto se da en raras ocasiones.
Todo lo que acontece en nuestro entorno, es el efecto directo de lo que acontece en nuestro interior. El desorden que evidencia el mundo actual, la sociedad, no es más que el fruto de la exteriorización interna. Hemos conseguido ser dueños del exterior pero eso nos ha alejado sobremanera de nuestra verdad más profunda.
Crisis interna evidencia crisis externa en todos los niveles
Parar, observar, reflexionar y poner orden en el caos, volver a la raíz, al conocimiento profundo de cada una de las diferentes ramas de la sabiduría (ciencia, naturaleza, religión, política, letras, artes, ética, moral...) rescatando así la unión de procedencia de la totalidad de los seres, con el objetivo de evolucionar, de crecer apoyándonos y compartiendo el estudio que, cada uno desde nuestras diferencias e inquietudes particulares aporta para engrandecer la sociedad a nivel global.
Como colofón a la propuesta, creo absolutamente necesario el resurgir de la FILOSOFIA, “amor a la sabiduría”. Considero de importancia vital, recuperar en nuestros días aquella inscripción en el templo de Delfos: “Conócete a ti mismo”.
El Encuentro Psique-Vital es ante todo una invitación a la reflexión en compañía, un brindis al debate, una reunión constructiva entre personas, seres humanos, con el objetivo de encontrar soluciones, salidas, a nuestras dudas en momentos de dificultad.
Es el momento de aunar los Grandes periodos en la Historia de la Evolución Humana. Unir en armonía, el conocimiento Interior, la razón de ser, de estar vivos, el sentir, el pensar, con el conocimiento Exterior, nuestra actual conquista, manipulación y transformación de la materia.
El principio de la Filosofía Psique Vital es la Evolución de la Conciencia Humana
Su base, el diálogo
Sus pilares, el amor y el conocimiento a uno mismo y a todo lo existente
Se inspira en la creencia absoluta de una vida feliz, de un mundo feliz, nuestro mundo
Comenzar a crear entre todos y con todo lo hasta ahora conocido una NUEVA FILOSOFIA TERRESTRE